Opinión

La doble verificación en la izquierda

El ejemplo como base de la predicación. Así vivió Julio Anguita, siempre intenso pero sosegado. Es el ejemplo mediático mas coherente que la escena política ha vislumbrado. Dicho lo cual, él mantuvo siempre la distancia con la santificación manifestando así que, aunque poco común, es realizable por cualquiera con voluntad y coherencia. De no hacerlo, sería la excusa perfecta con la que lavarse las manos.

[…] el ejemplo y la doble verificación es la base de toda alquimia que la izquierda transversal debe sustentar sus cimientos.

Sin embargo, su historia es el hecho fehaciente de como la maquinaria mediática puede facilitar la investidura de uno y no de otro. Es decir, ¿cómo un político como Julio Anguita no pudo ganar las elecciones? ¡Si cumplía con todos los preceptos! Muchos son los motivos y las causas que no dieron lugar a ello. Pero el ejemplo y la doble verificación es la base de toda alquimia que la izquierda transversal debe sustentar sus cimientos. Por supuesto, el adversario, y a veces enemigo, va a utilizar todo tipo de artimañas, medios y herramientas mucho más numerosas y eficaces que las disponibles por el progresismo transformador. Pero éste tiene sus espacios gracias a las nuevas tecnologías y redes sociales. Ergo la doble verificación, y más aún en estos medios citados, debe ser doble y sosegada.

[…] dentro de la propia izquierda se desvanecen esperanzas y crece el desánimo porque se repiten errores al exponer argumentos y datos en lo digital por las prisas y tiempos de la política.

Explicar los problemas, las desavenidas entre confluencias, círculos o coaliciones es un mantra. A la hora de enfrentarnos a debates escritos en medios digitales, no podemos permitirnos caer en las trampas del adversario intentando ganar un debate en las redes mediante información ambigua, confusa e incluso errónea. Al igual que la ultra y ultra ultra derecha les hace un flaco favor a la monarquía española en muchas ocasiones, dentro de la propia izquierda se desvanecen esperanzas y crece el desánimo porque se repiten errores al exponer argumentos y datos en lo digital por las prisas y tiempos de la política. Todo esto sale muy caro. Y es que, el enemigo ya tiene herramientas y le sale impune la mentira y los titulares falsos que funcionan con el “difama que algo queda” y el famoso “una mentira repetida mil veces será una verdad” de Goebbels.

La revolución es para alcanzar la libertad, fraternidad y solidaridad pero siempre partiendo de la base de la verdad, la coherencia y una doble verificación en las palabras que no aumente el desánimo en el electorado progresista. Los neoliberales solo pueden ser mayoría si nos dividimos, fallamos a la cita de cada cuatro años y si las calles no se llenan en defensa del progreso como aquel 15M.