Durante el pasado domingo 3 de mayo, de 2020, un ex-boina verde llamado Jordan Goudreau anunciaba en un vídeo, junto al Capitán Javier Nieto Quintero de la Guardia Nacional de Venezuela(buscado por la Justicia venezolana), que la supuesta operación Gedeón estaba ya en marcha desde la madrugada de ese mismo día con tres asaltos por diferentes partes del país, en lo que sería un supuesto intento de derribar el gobierno legítimo de Venezuela. Ocho muertos y varios detenidos en, la que parece, la frustrada incursión golpista ha sido el resultado. Parece que continúa la obsesión de cierta parte de la oposición de derechas de ganar por la fuerza aquello que no consiguen ganar en las urnas.
Hay mucho que ganar y perder con Venezuela. Las reservas más grandes de petróleo del mundo, ingentes reservas de minerales y oro. Todo ello en un marco geopolítico en donde se produce el ocaso de un imperio, EEUU, y el auge de uno nuevo: China.
Hace casi exactamente un año, sucedió el intento de golpe de estado con varios militares por parte de Guaidó en el que liberaron a Leopoldo López. Hace unas semanas, EEUU acusaba de narcotráfico a Maduro y le ponía precio a su captura con una recompensa de 15 millones de dólares. La auto-proclamación de Guaidó como presidente interino fue el comienzo de la otra y prístina “operación Guaidó”. El pasado enero, EEUU tuvo que admitir que estaba financiado a Guaidó con casi 500 millones de dólares. Hay mucho que ganar y perder con Venezuela. Las reservas más grandes de petróleo del mundo, ingentes reservas de minerales y oro. Todo ello en un marco geopolítico en donde se produce el ocaso de un imperio, EEUU, y el auge de uno nuevo: China.
La guerra de Siria no es más que un cúmulo de intereses en la región. Y EEUU sabe que está quedándose por detrás dentro del tablero mundial. Asegurarse las reservas de crudo de Venezuela es vital para continuar en lo alto de la disputa de ser la primera potencia mundial e imperial del mundo. ¿Cuánto está dispuesto a pagar EEUU por hacerse con la riqueza de Venezuela? ¿Quieren convertir Venezuela en otra Siria, Afganistán, Irak, Libia? ¿Vietnam? Una Siria o un Vietnam en el corazón de Latinoamérica sería un apocalipsis para una región ya de por sí castigada. La democracia y los derechos humanos no les importan en los asesinatos de líderes indígenas en Colombia, Venezuela o los asesinatos a civiles y periodistas en México. Tampoco les importa Haití o Yemen. Ni tampoco los crímenes de DDHH que ocurren en Arabia Saudí o los cometidos por Israel, sus dos socios clave en Oriente Medio.
El ex-boina verde fundó durante 2018 una empresa de seguridad privada, Silvercop USA, en la que en su página web afirma que en el pasado ha «encabezado equipos de seguridad internacional» para el gobierno de EEUU. De ser esto verdad, y habiéndose fundado en el 2018, solo podría haber sido para el presidente Donald Trump algo que desde la Casa Blanca han negado. Según Goudreau, la operación necesitaría de casi 2 millones de dólares para su realización. Curiosamente, durante la crisis en la frontera de Venezuela con Colombia durante aquellos lamentables conciertos y los sucesos sobre los camiones incendiados que supuestamente cargaban material de ayuda humanitaria, y que como descubrió el NYTimes y relata aquíy aquíeran una manipulación y habrían sido iniciados por la oposición; Goudreau se empezó a interesar por el conflicto de Venezuela y fue donde conoció a muchos opositores con los que habría pactado la fallida incursión del pasado domingo, según relata el ABC. De ser cierta esta fallida incursión, estamos ante otra injerencia externa que viola todos los tratados de derecho internacional.
[…]solo el diálogo entre las dos partes, sin interferencias externas, puede dar una solución pacífica al conflicto
Con diez muertos y apenas 400 infectados por la covid19 en la que es sin duda una buena gestión de la pandemia en su territorio, Venezuela afronta un horizonte pesimista plagado de injerencias, bloqueos económicos, falta de suministros; en el que solo el diálogo entre las dos partes, sin interferencias externas, puede dar una solución pacífica al conflicto. Se han cometido errores por parte del gobierno, sí. Pero es un gobierno legítimo. Y solo el pueblo que lo votó, lo debe echar democráticamente si así lo expresan. Ésto es algo que la oposición debe entender y así parece que lo ha hecho parte de ella. Sin embargo, la más loca y furibunda derecha, de la que forma parte Guaidó y aliada de EEUU, parece estar dispuesta a todo. Incluso a llevar a su propio pueblo y a la región a un conflicto armado. En España la derecha ya se posicionó a favor de ellos. Incluso Sánchez, con aquel ridículo ultimátum en el que reconoció al golpista Guaidó como presidente interino. ¿Toda esta gente se hacen llamar patriotas y defensores de la libertad y los derechos humanos?.
