En medio de la pandemia de la covid19 en donde ni en Europa ni en América Latina se ha visto una respuesta en conjunto, nos encontramos con una Colombia en la que su presidente Iván Duque está aprovechando para reorganizar su gobierno y dar una imagen de seguridad frente a la crisis sanitaria y económica.
Que Colombia siempre ha estado a la derecha no es algo nuevo, se confirmaba esa tendencia histórica en las pasadas elecciones presidenciales en donde la parte más progresista y de la izquierda se vio más representada que nunca gracias al acuerdo de paz con las FARC que permitió una menor injerencia en las elecciones, de una forma u otra, así como una sensación de menor miedo para ir a votar. No lo digo yo, ni es cierto que soy un firme seguidor de la BBC, pero he aquí un ejemplo de ese terror que el paramilitarismo, que no las FARC ojo, provoca en la ciudadanía y en concreto hacia la represión de los activistas y sindicalistas.
En un país en el que tres grandes medios de comunicación controlan el 70% de la audiencia, la transformación es muy difícil de alcanzar. Más aún con un defensor mediático del uribismo como es Vargas Llosa, que apoyó la candidatura de Iván Duque. Una candidatura a la derecha de la derecha, pues recientemente su ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, anunciaba una reforma tributaria por abajo, siempre por abajo, que aumentaba la cesta de la compra, impuestos como el IVA repercutiendo siempre: por abajo.
Esta reforma no se llevó a cabo gracias a la fuerte presión social. Sin embargo, dejaba claro la línea que los neoliberales querían trazar, incluso, en una situación como la de la crisis del conoravirus. Es decir, que paguen los de abajo. Se argumentaba como necesidad nacional debido a la caída del precio del petróleo a la vez que se le bajaban los impuestos a los ricos.
Colombia, con una sociedad muy polarizada, castigada por la guerra, el paramilitarismo y los narcos, sigue anclada en la derecha. ¿Cómo se explica que un país de América Latina forme parte de la OTAN e incluso pague cuota?. Colombia, junto a Chile y Guatemala son los tres países en donde la oligarquía es un búnquer reaccionario a la derecha de la derecha. Con no una visión de país, sino de finca.
No es el momento de reformas tributarias, sino de pensar como país. Pero parece que quieren llevar a la gente de Colombia al límite.
