América Latina

Colombia vuelve a ser la prueba de que los DDHH no importan

Colombia, que siempre ha estado a la derecha, ha pasado desapercibida para los principales medios de comunicación tras estas semanas de protestas. Pero en un ejercicio de memoria, esto no ha cambiado. Colombia es el eterno aliado de EEUU y socio asociado de la OTAN, único país de América Latina con tal «honor».

Protestas y decenas de muertos, 59, en la represión policial y militar bajo el gobierno de Iván Duque, delfín de Álvaro Uribe, el expresidente acusado de genocidio por asociaciones y varias entidades, relacionado y envuelto en asuntos turbios con los paramilitares como la masacre de los falsos positivos. Curiosa e irónicamente este viernes 11 de junio, en España, la universidad pública URJC invita al expresidente a un seminario sobre DDHH

La demonización de todos los mandatos legítimos progresistas en LATAM contrasta con la ausencia de los medios de comunicación en escándalos como los anteriores mencionados bajo el gobierno de Álvaro Uribe y las actuales masacres durante las protestas.

Pero… ¿Qué está pasando en Colombia?

En un escenario de crisis por la pandemia, Iván Duque propuso una reforma tributaria que golpearía tanto a las clases más deprimidas económicamente como a la clase media colombiana. La excusa de aumentar los impuestos a las mayorías sería para ayudar económicamente a familias de extrema vulnerabilidad. Sin embargo, esta reforma incrementaría precios productos de primera necesidad, gasolina, internet, servicios funerarios siendo un golpe muy duro para las mayorías.

Al igual que sucedió en Chile con el aumento del precio del transporte público que comenzó con protestas, represión y finalizó con una reforma de la Constitución aún en proceso.

Colombia es y vuelve a ser la prueba de que los DDHH no importan. A sus mandatarios y socios de ultra derecha y ultra ultra derecha tampoco les importan. Tampoco entienden ni aprenden de situaciones recientes como la de Chile.

No es la primera protesta contra Iván Duque. Ya hubo hace algunos años una manifestación como la huelga universitaria o las protestas por los asesinatos impunes de líderes que ya suman 900 desde 2016.

La diferencia del trato permisivo con Colombia comparado con la injusta demonización de Venezuela debe servir de ejemplo para desenmascarar la hipocresía de EEUU, el pelele que representa Europa […]

La diferencia del trato permisivo con Colombia comparado con la injusta demonización de Venezuela debe servir de ejemplo para desenmascarar la hipocresía de EEUU, el pelele que representa Europa y su sin-papel en el escenario geopolítico mundial del que parece no haber aprendido nada en estas últimas décadas.