Ayer jueves, la Organización de Naciones Unidas (ONU) dio a conocer en un nuevo informe la dramática situación de desigualdad en materia de educación en América Latina y el Caribe. El documento «La encrucijada de la educación en América Latina y el Caribe» señala la desigualdad de oportunidades y la exclusión en la región agravada por la covid19 pero previamente existente a ésta.
Lejos de las metas necesarias
Si bien es cierto que la covid19 desaceleró y, además, estancó la posiblidad de activar mecanismos y la suma de recursos para intentar alcanzar las metas de educación en la región, ya era una constante tiempo atrás que ha supuesto un freno a los avances que se estaban logrando gracias a los gobiernos progresistas de las últimas décadas. «Las metas no se cumplirán si no se modifica el rumbo de las políticas y de la asignación de recursos para la educación», afirmaron desde la Unesco, la Unicef y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), organismos a cargo de la elaboración del documento.
Exclusión en educación primaria y secundaria
Alberto Arenas de Mesa, director de la División de Desarrollo Social de la Cepal, explicaba a la agencia EFE que «Se estima que en 2019, 10,4 millones de niños, niñas y jóvenes se encontraban excluidos del acceso a la educación primaria y secundaria en América Latina y el Caribe, y estas cifras son anteriores a la pandemia, cuyos efectos agregan mayor fragilidad a las trayectorias que garantizan la permanencia en el sistema educativo». En este marco, el informe subraya la exclusión en educación primaria y secundaria produida por dicha desaceleración en inversión de recursos públicos para la integración y reducción de la desigualdad entre niños, niñas y jóvenes de la región.
Un llamado a la inversión de recursos públicos
Desde el organismo se hace un llamado urgente a retomar las inversiones en educación pública dentro de América Latina y el Caribe para reconducir la situación y alcanzar las metas de una mayor integración e igualdad de oportunidades para los estudiantes: «desde el inicio de la pandemia hemos observado como la primera infancia no ha sido priorizada, lo que pone en riesgo estos avances. Urgimos a los gobiernos invertir en la primera infancia para que ningún niño o niña se quede atrás» señalaban desde Unicef.
