El Cuarto Poder

«Es muy burdo pero yo voy con ello»: Ferreras, Inda y los medios golpistas

No sabemos a qué razón corresponde el sucesivo goteo de filtraciones de audios del entorno de Villarejo. Quizás responde a un enfrentamiento entre esos machirulos (Ferreras y Villarejo) eructando testosterona en una comilona, mientras planean «matar» civílmente a unos u otros rivales políticos del espectro de Podemos. O bien puede ser para quitar protagonismo al movimiento ciudadano Sumar de Yolanda Díaz presentado el pasado 8 de julio.

Si la pasada semana era la ex-Ministra del Interior, Dolores de Cospedal, la que tramaba y traficaba con el informe P.I.S.A. para hundir a Pablo Iglesias y J.C. Monedero… los nuevos audios vuelven a señalar al capataz de «Mas Periodismo» de Al Rojo Vivo, Antonio Ferreras, como, por lo menos, implicado en publicar noticias falsas sobre una falsa cuenta en un paraíso fiscal de Pablo Iglesias.

Los grandes medios de España, los «peores de Europa»

En España contrasta la gran calidad de los medios minoritarios surgidos en los últimos años frente a los grandes poderes mediáticos señalados como «los peores de Europa». Los periodistas «mainstream» que pueblan los debates de televisión, se echan las manos a la cabeza cuando se dan nombres y apellidos de colegas de profesión que se ha demostrado que han mentido o apoyado bulos difundiéndolos en horas de máxima audiencia. Sin embargo, ellos pueden lanzar sus mentiras y bulos a personas con nombres y apellidos.

La indecencia del periodismo de los grandes medios de comunicación es directamente golpista. No es algo nuevo ni exclusivo de España. En América Latina lo llevan sufriendo desde mitad del siglo XX y especialmente desde principios de los 2000 cuando se llamaba explícitamente al «golpe» de Estado contra Chávez desde una de las principales televisiones RCTV, cuya licencia no se renovó por estos mismos hechos. Respecto a los audios de Ferreras sobre la «burda» información falsa sobre Podemos y Pablo Iglesias, esta ha tenido respuesta por los presidentes de México, Argentina, Colombia o Chile señalando el daño injusto e irreparable mediante mentiras por parte de un periodista, policía y empresarios.

Ferreras, Inda y Villarejo. Una relación, supuestamente, mafiosa.

El último audio publicado por Crónica Libre revela el (supuesto) entramado mafioso entre Ferreras-Villarejo-Inda-Mauricio Casals y otros intermediarios interesados en frenar a Podemos a un mes de las elecciones generales del 2016 así como a Pedro Sánchez, sobre el que Mauricio Casals pedía a Ferreras «una hostia» para sacarlo de la carrera presidencial. La realidad es que esto no solo hace daño a título personal, civil y partidista a Podemos y sus miembros sino a la propia democracia.

Al Rojo Vivo (ARV), el programa de debate sobre actualidad de Antonio Ferreras, funciona como una máquina televisiva de audiencias y prime-time donde el periodismo es secundario. A parte de la línea editorial y sus tácticas descritas en los audios y párrafos anteriores, existe esa presunta actuación mafiosa para liderar esas audiencias. Esto es fundamental al explicar por qué dos programas diferentes de Jesús Cintora, uno en Cuatro y otro en RTVE, fueron cerrados cuando éstos empezaron a superar las audiencias de ARV. Y podemos estar seguros que ésto un día saldrá a la luz como bien han salido estos audios.

Delitos y ataque a la democracia desde Antena 3 y la Sexta

La gravedad de los audios revela un claro ataque a la democracia en donde se entrelaza un estado profundo y mafioso a través de varios mandos policiales corruptos junto a un entramado mediático en donde tenemos al Grupo Planeta, la Sexta y Antena 3 conspirando para frenar a rivales políticos con mentiras y bulos. Todo esto presuntamente, claro.

El golpismo de los medios no es nuevo, pero puede que quizás ésto suponga un punto de inflexión porque de lo contrario nos encontraremos ante fake-news y bulos a escasas semanas de las próximas citas electorales.

Es posible que surjan nuevos audios y cabe recordar que si alguna de estas informaciones supone una prueba de delito, el tiempo para investigar comienza su cuenta atrás desde el momento de su aparición.