Opinión

El enemigo no está fuera

No sorprende, pero tampoco deja de decepcionar. En un incesante intento porque así sea, la derecha española no necesita enemigos o rivales fuera del país. Siempre los ha encontrado dentro porque forma parte de esa España envidiosa y de “amiguetes” que cree que el bien común es solo bien si les beneficia a ellos. Desde la formación del gobierno de coalición, la derecha, completamente fuera de sí y apoyada por declaraciones de representantes de la Iglesia o algunos poderes fácticos, ha decidido ponerse a la defensiva embistiendo al Ejecutivo para remover las redes sociales y opinión pública en su contra. Todo ello con una clara suerte de intenciones: tumbar al gobierno.

Previo al gobierno de coalición y con aquella subida del SMI a 900€, se oyeron algunas voces calamitosas y agoreras desde algunos círculos de empresarios sobre las “grandes pérdidas de trabajo que eso conllevaría”. Pero ahí estaba Pablo Casado, con su intención de bajar el SMI a 850€. La realidad es que la derecha no tiene un proyecto de país más allá de las próximas elecciones y que siempre estará condicionado a una serie de medidas para favorecer a sus amos, aquellos que supuestamente financian sus campañas.

Necesitan un enemigo al que señalar, generando odio entre el pueblo y así redirigir esa frustración social para responsabilizar al gobierno.

Estas últimas semanas han centrado el discurso en el color de la corbata y la “falta de sensibilidad” por no haber rendido un luto oficial. Una derecha que no tiene escrúpulos en utilizar a las víctimas y patrimonializarlas electoralmente. Necesitan un enemigo al que señalar, generando odio entre el pueblo y así redirigir esa frustración social para responsabilizar al gobierno. Señalan la tardía respuesta del gobierno a la hora de declarar el estado de alarma. Contrasta con la declaración de la OMS elogiando la actuación de España contra la pandemia. En su miedo y rabia, la derecha señala la falta de recursos para proteger a los sanitarios y las residencias. ¿Se les olvida a sus señorías que los recortes por el PP (apoyados por el PSOE) nos han llevado a que no seamos capaces de dar una respuesta más contundente a la pandemia? ¿Cómo puede el gobierno regional de Murcia con PP, Cs y VOX recortar 57 millones de euros de la partida de sanidad en plena crisis de la covid19? ¿No es suficiente que hasta los magistrados obliguen a Ayuso a tomar medidas?

La búsqueda de VOX para reemplazar los aplausos a los sanitarios por caceroladas contra el gobierno es su nueva máxima.

La búsqueda de VOX para reemplazar los aplausos a los sanitarios por caceroladas contra el gobierno es su nueva máxima. Les dificulta a la hora de usar el confinamiento y los balcones como las nuevas manifestaciones, antes de viandantes, como “resistencia” contra el gobierno “socialcomunista”.

Sin embargo, el mayor miedo es esa movilización de la ciudadanía de las 8 de la tarde que, si no la pueden capitalizar, la intentarán destruir reemplazándola por una crítica irracional y desmesurada en donde el fin justifica los medios al no tener un proyecto de país.

Sin las víctimas del terrorismo, sin la presencia del debate territorial y Cataluña en la agenda mediática la ultra derecha y la ultra ultra derecha recurren a unas nuevas víctimas y a sacar rédito político de una tragedia nacional. El PP arrastrado por la locura de VOX con miedo a ser devorado por el odio que generan, se suma al carro de la crispación. Sin embargo, el mayor miedo es esa movilización de la ciudadanía de las 8 de la tarde que, si no la pueden capitalizar, la intentarán destruir reemplazándola por una crítica irracional y desmesurada en donde el fin justifica los medios al no tener un proyecto de país. La “nueva normalidad” necesitará de racionalidad, consensos y medidas enfocadas a luchar contra el cambio climático.

La derecha ha aprendido que sale barato manipular información, hacer montajes fotográficos y acudir a la fórmula ya vista en España del miedo a pensar, la farándula, los toros y el sálvese quien pueda. Titulares para señalar, odiar y amedrentar rápido. Sin pensar, en donde sigue vigente esa frase de Otto von Bismarck: “España es el país más fuerte del mundo. Los españoles llevan siglos intentado destruirlo y no lo han conseguido”.

En estos tiempos de disputa económica, social y política la mayoría social representada en el gobierno de coalición y sus socios debe ser más templada que nunca, respaldada por sus votantes y con proyecto país.