Opinión

Más Teología de la Liberación y menos Conferencia Episcopal

Las recientes declaraciones del portavoz de la Conferencia Episcopal, Monseñor Luis Argüello, siguen esa línea agridulce, rancia y casi tétrica que la Iglesia Católica proyectaba como y sobre la sociedad española bajo la dictadura franquista. En sus propias palabras “la renta básica es urgente y necesaria porque hay muchas personas en situación de vulnerabilidad pero no debería ser un subsidio permanente porque se podría convertir en una coartada para retirar a las personas del empleo”.

No es que sorprendan unas declaraciones de tal cinismo viniendo de una jerarquía eclesiástica que siempre, en España, ha estado más cerca de los poderosos que del pueblo. Pero claro, se olvidan que la Iglesia Española es la que tiene más privilegios, subsidios y que retira a los curas del empleo. Curioso detalle que olvidó mencionar el señor Luis Argüello. No se entiende que la Conferencia Episcopal se preocupe ahora por las personas sin empleo o sin ingresos que les permitan ni siquiera poder hacer las tres comidas al día. No se entiende que lo hagan de esta forma, cuando es la Iglesia en España la más benficiada y la que no podría subsistir sin los subsidios que recibe, ventajas fiscales y, por supuesto, las herencias franquistas que aún disfrutan. Sorprende la hipocresía de una élite que dedica más dinero a 13tv que a Cáritas, con ingentes cantidades de dinero, millones de euros.

Hasta el Papa Francisco, que sabe de la existencia y situación de millones de pobres en todo el mundo y en concreto en su región América Latina, ha pedido a los gobiernos del mundo un salario mínimo universal que devuelva la dignidad a las personas. El Papa Francisco reconoció las virtudes de la Teología de la Liberación como indicó en una entrevista realizada por el diario El País

en la que también indicó su no encuentro con las tesis marxistas que la acompañaban. Pero esto no es sorpresa viniendo del Vaticano, ¿verdad?.

Los teólogos creadores de la Teología de la Liberación, en América Latina, eran curas que como el obispo Helder Cámara, que dijo aquello de “si cuido a los pobres me llaman santo pero si pregunto por qué son pobres entonces me llaman comunista”, entendieron que los pobres no son pobres por nacimiento y por lo tanto no deben seguir siéndolo como si una fuerza mayor de la naturaleza exigiera tal condición. Pero ya vimos como el capital aplastó este movimiento emancipador con la implantación y subvención de las iglesias evangélicas en dicha región.

Cuanta falta hace en la sociedad, en la iglesia y sobretodo en su cúpula más Teología de la Liberación y menos Conferencia Episcopal.