Otro mundo es posible

Es el tiempo de la bicicleta

La bicicleta nunca ha sido tan reconocida en España como en otros países europeos. Ha costado mucho rodaje y tiempo que se llevaran a cabo los planes para instalar carriles bici decentes como por ejemplo en la Diagonal de Barcelona. Ahora parece que vuelve a cobrar protagonismo por la necesidad de evitar colapsar renunciando a esas imágenes de hora punta en el metro y otros transportes públicos para salvaguardarnos de posibles contagios y repuntes de la pandemia. Se requiere de una serie de medidas que permitan que esto sea una realidad. En principio se podría recortar espacio del coche mediante bolardos o maceteros gigantes, ampliando así el espacio para el peatón sin suponer un alto costo para el erario público.

Nos pilló a pie cambiado, aquella contradicción entre el ministro de transportes Ábalos en el que pedía una mayor movilidad mediante el auto privado a diferencia de lo que, horas después, sugeriría la ministra Ribera señalando como ejemplo otras ciudades de Europa y el partido que sacaban del uso de la bicicleta como medio sostenible, práctico y victorioso ante la evidencia de un transporte público que supone un riesgo de nuevos brotes de la covid19.

Se abre una ventana de oportunidad en la que si somos sensatos y la aprovechamos pueden salir proyectos de planificación urbana sostenible que mejoren la vida de los ciudadanos. En primer lugar, y el más evidente, sería una calidad del aire mucho menos contaminada evitando o reduciendo en Barcelona la muerte de alrededor de unas 400 personas que cada año causa el exceso de CO2 en la atmósfera. En segundo lugar, las alergias se disparan a mayor contaminación como es el caso de la rinitis crónica. Además recuperaríamos parte de la ciudad, de caminar, de interactuar con los comercios de los barrios y sus tiendas. Habría menos “mala leche” en la vía pública. ¿Acaso no nos tensa el tráfico? Salvo que seas Isable Díaz Ayuso, firme defensora de los atascos en Madrid.

En España existe el mito de la bici como hobby. Un paseo en nuestro tiempo libre o un paso más profesional en el caso de ciclistas deportivos, es el canon establecido para la bicicleta. Hace falta un empuje de las instituciones y una apuesta que conlleve un cambio de mentalidad para naturalizar un elemento tan sostenible que suscite un uso diario, para ir al trabajo, desplazarse y devolver la calle a la gente.